sábado, 1 de octubre de 2011

Todos me vienen a hablar. Pero nadie me responde.



Mientras escucho mi canción favorita, recuerdo lo que dijiste. Esos acordes me hacen notar la noche estrellada. El olor de tu perfume sobre mi mano. Tu brazo bordeando mi cintura. La canción que se escuchaba de fondo. Una cálida noche de primavera, sentados al aire libre bajo las estrellas compartiendo algo de beber. Una charla sobre nuestras vidas acompañadas con unas risas cómplices. Te miro, te miro y te vuelvo a mirar mientras hablas te observo. Sos como algo que nunca antes vi, una sensación de alarma invade mi cuerpo, me retiene a seguir cayendo en tu trampa. Escucho tus palabras y siento como si estuvieses hablando de mi vida, como si conocieses mi pasado. Un viento primaveral invade en esa noche estrellada, combina perfecto con tus ojos, te miro fijamente y es una perfecta combinación. Sigue sonando esa canción de fondo, intento seguirle el ritmo pero me llamas la atención, vuelvo.
Mientras escucho mi canción favorita, recuerdo lo que dijiste. Esos acordes me devuelven los recuerdos. Mil preguntas y una más me despiertan en la noche, interrogantes, incertidumbre.  Me desespera, quiero tener certezas. 
Los acordes se apagan lentamente y vuelven a comenzar, una y otra vez. Estoy atrapada.

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