miércoles, 30 de marzo de 2011

Traffic jam when you're already late



Abrí mis ojos, miré el reloj, hora de levantarse. Empezaba el día, un día soleado, totalmente despejado, un día que prometía. Tomé una ducha, tenía un par de horas antes de salir asique me demoré. Preparé mis cosas, todo listo. Esperé para salir, caminé hasta el centro para tomar el colectivo. Aparentemente la ciudad estaba tranquila, un día normal. Llegó a la parada del colectivo y me doy cuenta de que habían cortado el paso de esa calle, estaba repleto de policías y oficiales de transito. Me dirijo amablemente a un policía y le pregunto sobre el recorrido de la línea que debía tomar, me contesta que todo marcha con normalidad pero yo sabía que no. Me acercó al oficial de transito y éste amablemente me contesta que había desviado su recorrido, debía caminar tres cuadras más. Voy hasta el lugar que me había indicado, cada cuadra que caminaba la ciudad se iba convirtiendo de a poco en un caos. Un verdadero caos, embotellamientos, bocinazos, gente corriendo para intentar cruzar, coches que no respetan a los peatones, semáforos que son invisibles, personas que sólo quieren volver a sus hogares.  La imagen de la ciudad representa la inestabilidad, lo que causa el corte de un par de calles. Logró encontrar mi parada, tomó el colectivo que desvió su habitual recorrido  (por el caos) y cruzo media ciudad para poder llegar a destino, agradecí haber salido temprano, llevó mucho más de lo que suele ser.
Arribé unos 15’ antes, ingrese por la puerta de entrada, al ubicarme en la puerta principal un pizarrón rezaba “Se suspende toda actividad, hasta el día jueves”.  
Una extraña sensación recorría mi cuerpo, no podía disimular. 

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